Con total seguridad has oído hablar del bótox y tienes alguna noción sobre su uso, pero lo cierto es que conocer a fondo esta sustancia no es fácil. A continuación, desgranamos los principales aspectos que debes conocer.
Qué es el bótox
El bótox es una sustancia a la que también se conoce como sustancia toxina botulínica. Se trata de una neurotoxina que se emplea tanto con fines médicos como estéticos.
Si nos centramos en estos últimos, vemos que su principal uso es inyectado en la piel para así lograr una relajación de los músculos y disminuir su nivel de contracción. Esto, en última instancia, lo que hace es mitigar la aparición de las arrugas.
Aplicaciones del bótox
Como decimos, la toxina botulínica puede tener aplicaciones médicas y estéticas. Si nos centramos en las aplicaciones médicas vemos que es una sustancia que permite tratar problemas como el estrabismo, las distonías, la hiperhidrosis, es decir, el exceso de sudoración en zonas localizadas del cuerpo, y la migraña, entre otros.
Respecto a sus aplicaciones estéticas, la principal es la eliminación de arrugas faciales, en zonas como el entrecejo, la frente, ojos o en el cuello, entre otros.
Tratamientos con toxina botulínica
Hay diversos tipos de tratamientos que tienen en esta sustancia su punto fuerte. En este sentido, encontramos los siguientes.
Mitigar las arrugas de la frente
Mediante el bótox, lo que se hace es aplicar un tratamiento no quirúrgico que permite reducir de manera notable las líneas de expresión de la frente y reducir la probabilidad de que aparezcan nuevas. Se aplica mediante inyecciones y es un tratamiento indoloro si se aplica previamente algún tipo de crema anestésica sobre la zona.
Una vez esto, se procede a realizar la infiltración de la sustancia mediante una aguja ultrafina en la zona a tratar. Gracias a esto, lo que se consigue es la relajación de la musculatura en la zona de la frente y el entrecejo para así bloquear los impulsos nerviosos de la dermis y lograr que se relaje y no se contraiga con tanta intensidad.
La dosis a aplicar la determinará el profesional en la consulta personalizada que tendrá con el paciente, como es el caso de la doctora Milotich, en función de las necesidades específicas que pueda tener el paciente en cuestión.
Bótox en la cara
Del mismo modo que este tratamiento se suele aplicar para eliminar las arrugas en la frente, también se puede hacer lo propio en otras zonas de la cara. Aquí entrarían zonas sensibles como alrededor de los ojos, de la boca, etc. Los especialistas serán los que te den las recomendaciones oportunas y te comenten qué es lo que te puede encajar más según tus necesidades concretas.
Rinomodelación
El tratamiento de rinomodelación es uno de los que más emplea este tipo de compuestos inyectables. Se emplea para modificar la forma de la nariz en la zona en la que se inyecta, aumentando el volumen de toda esa zona sin apenas dejar secuelas, más allá de rojeces. Si bien, la rinomodelación tiene muchos más elementos a considerar, por eso hay gran cantidad de preguntas frecuentes a su alrededor.
Capilar
La aplicación de la toxina botulínica sobre el cuero cabelludo sirve para reforzar la fibra capilar, de tal modo que nutre y da brillo al pelo. En este caso, el bótox capilar, aunque se conoce así, no contiene realmente esta toxina y su aplicación se realiza como si de una mascarilla capilar se tratara.
En realidad, consiste en la aplicación de vitaminas, aminoácidos, proteínas, ácido hialurónico y colágeno, un conjunto de sustancias que lo que buscan es la recuperación del tono capilar y su rejuvenecimiento. Para que sea efectivo, este tratamiento se ha de aplicar en, al menos, 4 sesiones en un periodo de 15 días. Para que sea eficaz no debe contener ingredientes como el formol y con dicho tratamiento lograrás reducir el encrespamiento y un efecto alisador de lo más natural.
Tratamiento para las migrañas
En los casos de migrañas crónicas en pacientes que no han respondido bien a los tratamientos convencionales, el bótox puede ser una solución. En este caso, la sustancia se administra a través de inyecciones que se ponen en grupos musculares del cuello y del cráneo. Es un tratamiento sencillo para el que no hay que pasar por un proceso de hospitalización y que apenas dura unos 30 minutos de media.
Es un tratamiento cuya efectividad se basa en la eficacia de la toxina que lo que hace es bloquear la liberación de neurotransmisores. De este modo, lo que se logra es reducir o acabar con la inflamación neurogénica y, entre otros factores, también se logra una disminución del dolor.
Diversos estudios han comprobado que se trata de un tratamiento eficaz que es capaz de hacer que el dolor disminuya tanto en intensidad como en duración.
Beneficios de los tratamientos con bótox
Los tratamientos con bótox no son intervenciones quirúrgicas, por lo que no tendrás que experimentar un postoperatorio o las molestias derivadas de este tipo de situaciones.
Se aplican mediante microinyecciones en sesiones rápidas, que de media son de unos 30 minutos, y que tras ellas te permitirán seguir con tus actividades diarias. En definitiva, es un tratamiento efectivo sin efectos adversos más allá de que pueda aparecer algún moretón sobre la zona en la que se ha aplicado la sustancia.