Quizá has oído hablar de la hiperhidrosis, pero no sabes bien en qué consiste o qué es lo que la causa. A continuación, te acercamos todos los detalles al respecto que debes conocer.
¿Qué es la hiperhidrosis?
Pues bien, la hiperhidrosis es una afección que se traduce en una sudoración anormal y excesiva que no guarda una relación directa, necesariamente, con las altas temperaturas o el ejercicio.
Las personas que padecen de hiperhidrosis pueden llegar a sudar tanto que la ropa se empapa e incluso las manos gotean. Más allá de que pueda resultar muy molesto a la hora de realizar las actividades diarias, cuando se dan estos cuadros de sudoración intensa, la persona que los padece puede llegar a experimentar cuadros de ansiedad social y vergüenza.
¿Qué lo causa?
Respecto a las posibles causas por las que aparecen los cuadros de hiperhidrosis, hay que tener en cuenta que la sudoración es un mecanismo mediante el cual el cuerpo se enfría. Aquí lo que hace el sistema nervioso es activar las glándulas sudoríparas en los momentos en los que la temperatura corporal aumenta. Precisamente en los casos de hiperhidrosis estos cuadros de sudoración se dan, especialmente, en las palmas de las manos.
Las causas pueden ser primaria, idiopática o secundaria a ciertas enfermedades o medicamentos. Es una patología que afecta a la vida social y calidad de vida del paciente. Generalmente, se asocia a situaciones emocionales como estrés, temor, vergüenza, etc.
Esta afección se trata con microinyecciones de neuromoduladores, ya que bloquea los receptores de acetilcolina, inhibiendo el estímulo simpático que produce la secreción de las glándulas sudoríparas.
Tipos de hiperhidrosis
Existen dos tipos de hiperhidrosis. Por un lado, la más frecuente, conocida como hiperhidrosis focal primaria. Aquí los nervios encargados de mandar las señales a las glándulas sudoríparas se han vuelto hiperactivos, y cuando la persona está nerviosa la situación empeora. Este tipo de hiperhidrosis se focaliza sobre todo en las palmas de las manos, las plantas de los pies y, en ocasiones, también en el rostro.
Respecto al segundo tipo de hiperhidrosis, decir que es la clasificada como hiperhidrosis secundaria. Aquí los cuadros de sudoración excesiva son derivados de una enfermedad. Es el tipo de hiperhidrosis menos frecuente, pero la sudoración aquí puede aparecer en todo el cuerpo.
Tratamientos para la hiperhidrosis
La hiperhidrosis se puede tratar de diferentes modos. Saber cuál puede ser el más adecuado en cada caso dependerá de las recomendaciones médicas que te facilite el profesional. En cualquier caso, estas son las diferentes posibilidades que se pueden encontrar.
Antitranspirantes
Mediante los tratamientos antitranspirantes, lo que se hace es aplicar sustancias de manera directa sobre la piel, buscando disminuir el exceso de sudoración. Aquí se emplean sustancias como el cloruro de aluminio, un producto con una alta capacidad para taponar las glándulas ecrinas.
Anticolinérgicos
Por otro lado, recurrir al uso de medicación de tipo anticolinérgica puede ser otra de las opciones. Se pueden aplicar de manera tópica, como es el caso del glicopirrolato, muy recomendado para tratar la hiperhidrosis facial, u oral, como es el caso de la oxibutinina clorhidrato, cuando se dan cuadros de sudoración generalizada.
Toxina botulínica
La hiperhidrosis también se puede tratar con botox, también conocido como sustancia botulínica. Precisamente, la aplicación de esta sustancia lo que hace es trabajar sobre la liberación de acetilcolina en la unión neuromuscular, lo que hace que cese la producción excesiva de sudor.
La toxina botulínica es uno de los tratamientos más efectivos, por ejemplo, para tratar la hiperhidrosis axilar. Para ello, lo que se hace es recurrir a la infiltración del botox mediante agujas muy finas, dando lugar a un tratamiento prácticamente indoloro que se realiza en sesiones de 20-40 minutos y con resultados que se mantienen durante unos seis meses. Además, el paciente puede hacer todo tipo de actividades desde el primer momento.
Cirugía
La cirugía es una opción también en los casos de hiperhidrosis más agudos que no responden a otro tipo de tratamientos. Cuando se recurre a las intervenciones quirúrgicas, lo que se hace es una simpatectomía torácica endoscópica bilateral que ofrece resultados inmediatos.
Eliminación a través del calor
A través de ondas microondas también se puede combatir el exceso de sudoración. Para ello se recurre a la eliminación de las glándulas sudoríparas en sesiones de unos 40 minutos que se hacen en la propia consulta.
Duración de los tratamientos
Como decimos, si se recurre al uso de bótox, uno de los tratamientos más comunes para tratar la hiperhidrosis, el tratamiento tendrá una vigencia aproximada de seis meses. Determinar exactamente la cantidad de botox que necesita el paciente, así como el tratamiento exacto a realizar, será algo que solo puede hacer el especialista. En la clínica de la Doctora Milotich estudiamos caso a caso para diseñar un tratamiento personalizado y lo más efectivo posible.
Tras el mismo, la calidad de vida de los pacientes mejora de manera notable no solo por una cuestión física al no padecer estas reacciones excesivas de sudor, sino también reforzando su autoestima al no tener problemas de sudor que les pudieran generar inseguridad al relacionarse con el resto de personas.
La hiperhidrosis puede ser muy molesta, pero tiene tratamiento y es relativamente sencillo, generando un gran cambio que se nota por dentro y por fuera.
Eficacia del tratamiento de la hiperhidrosis
Es un tratamiento eficaz, mínimamente invasivo y sin período de recuperación. El resultado máximo se alcanza entre los 7 y 15 días, con una duración del tratamiento de entre 6 a 8 meses dependiendo de cada paciente y dosis administrada.
No son pocas las personas que sufren este tipo de trastornos, pero ha sido especialmente relevante desde que David Broncano se sometió a este tipo de intervención para revertir la hiperhidrosis palmar que sufría.
Infórmate en nuestra clínica sobre este tratamiento.
